Durante siete días, la ciudad de Río Grande se convirtió en el epicentro del futsal argentino con la disputa del Torneo Nacional de Clubes C20 – Zona Sur, que reunió a 16 delegaciones provenientes de distintos puntos del país, entre ellas representaciones de Río Grande, Ushuaia, Mendoza y San Julián. La competencia dejó un saldo positivo tanto en lo deportivo como en lo organizativo, y fue seguida con gran entusiasmo por la comunidad local, que en la final colmó las instalaciones del gimnasio María Auxiliadora con una jornada muy vibrante.
Río Grande.- Marcelo Low, coordinador de árbitros de la zona sur y fiscalizador de la Confederación Argentina de Fútbol de Salón (CAFS), realizó un balance de lo vivido en esta nueva cita nacional, destacando tanto el nivel de los equipos como el desempeño arbitral y la importancia de que Tierra del Fuego continúe siendo sede de competencias de alcance nacional.
Fue una semana muy intensa y competitiva
Low subrayó la intensidad del torneo: “Se vivió una semana muy competitiva, con delegaciones de distintas provincias que vinieron a representar de la mejor manera al futsal de la CAFS. Tuvimos partidos de altísimo nivel, semifinales que fueron un espectáculo, y una final vibrante que se extendió más de lo previsto por cuestiones externas, pero que se pudo desarrollar con total normalidad en lo deportivo”.
La final fue calificada como un verdadero “duelo de titanes”, donde la paridad y el nerviosismo se hicieron presentes. Sin embargo, el funcionario puso el acento en que, más allá de algunos inconvenientes menores en las tribunas, el protagonismo lo tuvieron los jugadores: “En estos torneos los protagonistas deben ser siempre los jugadores. A veces los árbitros pasamos a ser mencionados por situaciones ajenas al juego, pero en este caso lo importante es que la pelota rodó, los equipos compitieron con intensidad y se pudo coronar un campeón dentro de la cancha”.
Incidentes menores y un llamado a mejorar la convivencia
Low reconoció que hubo episodios de invasión de campo y desbordes en las tribunas, aunque destacó que no pasaron a mayores: “Gracias a Dios no hubo agresiones físicas, solo algunas invasiones al campo y situaciones que se deben corregir. Estos son aspectos que tanto la Federación Fueguina como la Confederación debemos trabajar y asesorar para que no se repitan en el futuro”.
El dirigente resaltó que estos torneos nacionales son un aprendizaje constante, no solo en lo deportivo sino también en lo organizativo, y que cada edición permite ajustar detalles para seguir creciendo.
La importancia de que Tierra del Fuego sea sede
El coordinador arbitral puso en valor que la CAFS haya decidido realizar un torneo de esta magnitud en Río Grande, considerando las distancias geográficas que dificultan la participación del sur en competencias que habitualmente se desarrollan en la zona centro y norte del país.
“Venir desde Santa Cruz, Tierra del Fuego o incluso desde Mendoza hacia otras regiones del país no es sencillo. Por eso es muy importante que la Confederación apueste a organizar nacionales en el sur, porque de esa manera se fomenta el crecimiento de todos los equipos y se democratiza la competencia”, señaló Low, oriundo de la localidad santacruceña de 28 de Noviembre.
Además, adelantó que en el Congreso Nacional de diciembre se evaluarán nuevas sedes y que hay propuestas para que Tierra del Fuego vuelva a ser protagonista en 2026, tanto en Río Grande como en Ushuaia.
Reconocimiento al arbitraje
Uno de los puntos altos del torneo fue el desempeño arbitral, que recibió elogios de entrenadores, dirigentes y público en general. Low destacó el compromiso de los colegiados que viajaron desde distintos puntos de la región: “Contamos con árbitros de Ushuaia, de Río Grande, de Río Gallegos, de Río Turbio, de San Julián, de Los Antiguos y de Cholila. Fue un cuerpo arbitral amplio, que mostró mucha seriedad y profesionalismo. Obviamente siempre hay detalles por corregir, pero eso es parte de nuestro crecimiento. Si no nos equivocamos, no podemos perfeccionarnos. Lo importante es que se respetó el juego y se sostuvo el nivel del torneo de principio a fin”.
El fiscalizador también remarcó que el futsal es un engranaje colectivo en el que jugadores, árbitros y dirigentes cumplen un rol complementario: “Acá todos somos parte de una misma cadena: sin futsal los árbitros no podríamos trabajar, y sin árbitros los equipos no podrían jugar. Lo importante es seguir creciendo en conjunto”.
El futsal como motor de integración
Low consideró que este tipo de competencias tienen un valor que trasciende lo deportivo, ya que fomentan el encuentro cultural y social entre provincias: “El futsal no es solo un deporte, es una herramienta de integración. Chicos y chicas viajan cientos de kilómetros, conviven, compiten, conocen nuevas realidades y vuelven a sus ciudades con experiencias que marcan su vida. Eso es lo más valioso de estos torneos nacionales”.
Asimismo, resaltó el acompañamiento del Gobierno provincial a través de la Secretaría de Deportes y del Municipio de Río Grande por intermedio de la Agencia de Deportes, Cultura y Turismo que brindaron apoyo logístico y humano para que el torneo pudiera desarrollarse en óptimas condiciones.
Un futuro con grandes desafíos
Mirando hacia adelante, el referente arbitral manifestó su deseo de que Río Grande pueda volver a ser sede de torneos de jerarquía nacional, como la División de Honor, la Copa de Oro o incluso campeonatos argentinos de las categorías A y B.
“Río Grande tiene infraestructura y capacidad organizativa para recibir torneos de primer nivel. Ya lo ha demostrado en varias oportunidades, y estoy seguro de que volverá a ser sede de competencias grandes. Eso depende de las decisiones que se tomen en el Congreso de fin de año, pero hay un fuerte interés en que el sur siga estando en el mapa nacional del futsal”.
Finalmente, Low expresó su gratitud hacia todos los que hicieron posible esta edición del Nacional C20: “Quiero agradecer a la Federación Fueguina, al gobierno provincial, al Municipio de Río Grande, a los clubes y a toda la comunidad riograndense por el trato recibido. Fue un torneo muy bien organizado, con un nivel de competencia altísimo y con mucho respeto hacia el trabajo arbitral. Me voy con la satisfacción de haber sido parte de un evento que reafirma el crecimiento del futsal en el sur del país”.