El Club O’Higgins de Río Grande conmemoró sus 67 años de vida institucional con una jornada deportiva y recreativa en las instalaciones del Polideportivo Alejandro “Guata” Navarro. El evento, pensado especialmente para los más chicos, reunió a más de 60 niñas y niños de diferentes clubes de la ciudad que disfrutaron del básquet en las categorías pre mini y mini.
Río Grande.- La propuesta fue organizada por la comisión directiva del Club Bernando O’Higgins a través de Julieta Gallardo, referente y promotora de las actividades deportivas del club, quien resaltó el espíritu participativo del encuentro, agradeció a los clubes presentes y destacó la importancia de sostener este tipo de iniciativas que fortalecen tanto lo deportivo como lo social.
Una jornada especial para los más chicos
El aniversario de esta emblemática institución riograndense, se vivió con alegría y espíritu comunitario. Durante varias horas, el Polideportivo “Guata” Navarro se llenó de color, risas y entusiasmo, con partidos amistosos en los que primó lo recreativo por sobre la competencia.
“Estamos muy contentos, muy agradecidos por los clubes que participan, porque nos acompañan y cada vez que hacemos un evento siempre están presentes”, expresó Julieta Gallardo, subrayando la unión entre instituciones deportivas locales.
Agradecimientos y sentido de pertenencia
Gallardo se mostró emocionada por la respuesta de la comunidad. “Lo lindo del club es que siempre nos apoyan, cada vez que venimos con estas ideas, siempre están. Todo lo que sea deportivo nos dicen que sí. Ese es el espíritu de O’Higgins”, señaló.
Para la entrenadora, estos encuentros cumplen una doble función: festejar la historia del club y al mismo tiempo mantener vivo su presente, demostrando que sigue de pie y con proyectos de futuro.
Premios y donaciones que motivan
Uno de los momentos más esperados de la jornada fue el sorteo de premios para los chicos y chicas que participaron. Gracias a la colaboración de vecinos, comercios y familias, se entregaron numerosos obsequios que hicieron aún más especial la celebración.
“Pudimos darle un regalo de vuelta a los chicos, que siempre vienen, juegan, participan y hacen que esto sea tan lindo. Estamos muy agradecidos a toda la gente que colaboró”, destacó Gallardo, adelantando que en los próximos días se publicará un agradecimiento especial a cada institución y persona que hizo su aporte.
Del encuentro recreativo a los torneos competitivos
El básquet en O’Higgins comenzó con actividades participativas y recreativas, pero con el tiempo fue sumando competencias de mayor nivel, primero en la ciudad, luego en la provincia e incluso con equipos invitados de otras regiones.
“Con esta categoría buscamos algo más recreativo, pero con las formativas más grandes vimos que la manera de hacer crecer el básquet es a través de la competencia. Así empezamos a invitar clubes de la provincia y después llegaron equipos de San Julián, de otras localidades y hasta de Chile”, recordó Gallardo.
Ese salto de calidad dejó en claro que O’Higgins podía convertirse en organizador de torneos importantes, con una participación que trascendiera lo local.
Proyectos para septiembre, octubre y noviembre
Con la experiencia del año pasado, la dirigencia y los entrenadores ya planifican nuevos desafíos. Gallardo adelantó que en octubre se realizará un cuadrangular femenino, con equipos confirmados de distintas provincias y también de Chile.
Asimismo, en noviembre se prepara otro certamen, mientras que en septiembre la intención es organizar encuentros en diversas categorías, incluyendo el U21, una división que el club busca potenciar.
“La idea es siempre apostar al femenino, que es el que queremos que tenga su auge. Estamos trabajando para que el básquet crezca y cada vez tengamos más equipos participando”, remarcó Gallardo.
El Club O’Higgins: 67 años de historia
Fundado en 1958, el Club O’Higgins se convirtió con el paso de las décadas en un referente deportivo, social y cultural de Río Grande. Su sede fue testigo de múltiples disciplinas, desde el fútbol de salón y el básquet, hasta actividades sociales, comunitarias y culturales que marcaron a generaciones enteras de vecinos.
A pesar de las dificultades económicas y estructurales que atraviesa por estos momentos, la institución supo sostenerse gracias al compromiso de sus socios, dirigentes y familias. Hoy, con 67 años de vida, el O’Higgins mantiene viva su esencia: ser un espacio abierto de encuentro, formación y crecimiento.
Un club en pie, con obras y futuro
La referente subrayó que, más allá de los obstáculos, el club sigue trabajando en su recuperación edilicia y en la organización de actividades que fortalezcan su presencia en la ciudad.
“Queremos repetir lo del año pasado, pero más grande, con más clubes, más básquet, más categorías. Ya tenemos acciones en marcha y muchos equipos interesados en venir de Argentina y de Chile. Ese es nuestro plan y estamos con muchas ganas”, aseguró Gallardo.
Convocatoria a la comunidad
El mensaje final de Julieta fue una invitación abierta a todas las familias y vecinos que deseen sumarse al club: “Siempre agradecidos a la gente, a los clubes, a los padres, a las familias, a los medios que nos ayudan con la difusión y al espacio que nos brinda la Municipalidad de Río Grande. Cada vez que tengamos eventos los vamos a estar publicando por nuestras redes. Cualquiera que quiera ser parte del club o sumarse al básquet puede contactarnos por Instagram o Facebook, donde compartimos todas las novedades”, destacó.
Un aniversario con mirada al futuro
El 67° aniversario del Club O’Higgins fue mucho más que un festejo deportivo. Fue la confirmación de que, a pesar de las dificultades, la institución sigue firme en su compromiso de promover el deporte, la formación de los jóvenes y la integración comunitaria.
El básquet, en este caso, fue el vehículo para unir a niños, niñas, familias, dirigentes y entrenadores en una celebración cargada de valores, sueños y proyectos.
Con la vista puesta en los próximos torneos y con la esperanza de seguir creciendo, el O’Higgins reafirma que su historia no solo se mide en años, sino también en la huella que deja en la vida de la comunidad de Río Grande.






